lunes, 28 de marzo de 2016

Claroscuro

Nuestra imaginación se deleita al pensarnos chapoteando en las aguas claras de playas paradisíacas que nos venden constantemente como las vacaciones de ensueño. Pero, a la hora de la verdad, preferimos darnos el bañito en mitad del océano, aún con más ganas si sabemos que es zona frecuentada por tiburones blancos, y con el tornado marino aproximándose por el horizonte infinito. ¿Nos hemos vuelto locos?

La claridad está demodé; ahora lo que se lleva es el caos. Y yo preguntándome de dónde venía mi gusto por lo vintage...

1 comentario:

  1. Pero cuando pasa algo nos quejamos. Tal vez sea precisamente por eso, para tener algo de lo que lamentarnos y pensar que sólo hay trabas en el camino...

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