sábado, 12 de marzo de 2016

Inconmensurable

A veces es tan grande que no puede ser confesado, bien por no caber en el entendimiento de cabeza humana alguna, bien por la ausencia de suficientes palabras para esbozar su envergadura.

A veces es tan, tan grande que necesita de la colonización de otra galaxia para poder ser albergado, y aún así rebosaría por sus cuatro costados.

A veces es tan enorme que necesitas fabricarte otra vida para abrir con ella espacio libre a tus nuevas vivencias y a la información de tus quehaceres diarios.

A veces es tan gigante que el corazón se queda sin recursos para poder alcanzar la potencia que su remembranza le exige.

A veces el amor es tan inmenso que impregna la historia de tu propia existencia desde el principio hasta el fin, con un protagonismo esencial en el pasado, en el presente y en el futuro, así esté sobre la tierra o formando ya parte de ella.

Y luego estoy yo, haciendo que vivo mientras que sólo te quiero, con la boca cerrada. Y es tal este amor que, si fuera un hilo, podría tejerte una constelación infinita.


1 comentario:

  1. Por algo sólo creo en los amores galácticos, aunque a veces se acerquen peligrosamente al gran estallido.

    Hay personas que o todo. O nada. Y menos mal.

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