Quiero quemar muchas etapas, tantas como hagan falta para que nuestros cuerpos tiren de nosotros con destino al infinito. Y no sabes cómo lo quiero.
De momento, aquí empieza a oler a gasolina y la chispa adecuada está a punto de precipitar. Lo bueno es que al menos es invierno y la fogata será bien acogida por mi cuerpo, cada vez más elemental y desnudo.
¿Pero después renacerás de las cenizas? Bueno no será necesario, a veces sentir el calor y el propio fuego es lo que hace falta para sentirse vivo.
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