viernes, 5 de junio de 2009

Mi casa no tiene patios particulares, pero tiene jardines con césped. Cuando crece lo cortan como los demás, y mientras lo cortan, me taladran los oídos y las ganas de seguir estudiando.
Las cosas no pintan nada bien. Quizá sea el momento de darse cuenta de que no son las cosas las que pintan, sino los pintores los que pintan a las cosas.
Pequeños fallos técnicos que ocasionan grandes vacíos de futuro.

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