Vivimos para alardear.
Y lo más gracioso es que se nos ocurre hacerlo con cosas indemostrables.
Debo aprender de lo ajeno.
Debo dejar la lengua fácil y forjar un aura animal.
Mirar, observar, comprender y aprender constantemente.
El halo del humano no es puro.
Vivir para alardear quizás es parte de la condición humana, sí, el halo del humano no es para nada puro pero se puede intentar colorear un poco.
ResponderEliminarEn cuanto al comentario que has dejado en mi blog, en especial esta parte: "Mucho más desnudos me parecisteis durante la noche que lo en cueros que pudieseis haber estado en la cama."
Sólo decirte que no puedo estar más de acuerdo contigo en ese aspecto, de hecho, el verdadero sentido del relato radica ahí, el resto son sólo palabras camufladas. No me gusta explicar lo que escribo si no me lo piden, porque creo que es mejor que cada cual saque sus propias conclusiones o le busque su propio sentido. En esta caso casi nadie ha sido capaz de verlo, quizás despista bastante la palabra "follar".
A veces me gusta hacer experimentos literarios, es lo bueno de escribir, sólo hay que dejarse llevar :-)
Un abrazo