miércoles, 29 de junio de 2016

Aerodinámica

La falta de productividad de estos días no se debe a una falta de inspiración. Se debe a una inspiración muy viva para crear y hacer justo lo que no debo hacer en este tiempo tan presente.

No sé si es un gusto de mi cuerpo a plantarle cara al viento en contra o que nunca he sido un ser muy aerodinámico, pero lo cierto es que, últimamente, cuando quiero darme cuenta, vuelvo a estar queriendo avanzar contracorriente.

Y así me hago ir por la vida, con el pelo todo revuelto y la piel más seca que un reptil. Con mi biografía bajo el brazo, añadiéndole muescas a las páginas que escribo y sin reparar en las marcas que dejé en las páginas que escribí, que bien podrían ayudarme a dejar de ajar más hojas. Lo curioso es que mis tripas siguen sin ponerse en huelga y mis agallas aún no han empezado a ser conscientes de la sumisión de su carácter, por lo que, hasta que esta maraña de órganos no grite "BASTA" y empiece a reclamar sus derechos, todo apunta a que este cuerpo va a seguir cortando el aire haciendo gala de un masoquismo bastante bien arraigado.


A veces, los viajes contracorriente son los viajes necesarios y merecedores para nuestro crecimiento. Otras, en las que desde el inicio el avance se esboza casi imposible -inapropiado, más bien- debe primar el amor hacia la integridad de uno, procediendo a quemar el mapa y prestándose a que la deriva te lleve al puerto más indicado para ti aquí y ahora.


Añado reflexión a mi reflexión: a ver si algún día empiezo a escuchar las cosas que me digo. 


1 comentario:

  1. Mira que es complicado a veces pararse a escuchar los mensajes que nos estamos lanzando a nosotros mismos continuamente. Supongo que a veces llenamos la cabeza de cosas para no tener tiempo de pensar.

    Y en cuanto a lo de ir contracorriente yo tengo la teoría de que mientras nos divierta: bienvenido sea ¿no paga acaso la gente por hacer aguas bravas, rafting, etc? Pero ahora pon a esas mismas personas a hacer eso sin que lo hayan elegido y en situaciones vitales complicadas, tal vez pagarían por no estar ahí...

    Se me va la mano con las metáforas pero me gusta imaginar mi vida desde otras perspectivas.

    Salud y besos de pez!

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