lunes, 8 de febrero de 2010

Cuando uno se intoxica y envenena, el primero que sufre es el hígado. Casualmente, mi centro neurálgico biológico y anímico se había marchado allí de vacaciones.

Tengo el alma multicolor y vomitando.

1 comentario:

  1. Ponte en una cuarentena de entre algodones, regálate mimos y que no pare la fiesta! las noches son 'infinitas'. No hay retorno. Y el hígado... ¿no pensaba Platón que el hígado era la casa del alma?

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