jueves, 19 de noviembre de 2015

No.

No a las cosas sin alma.
Y, aunque hoy desalmada, sí a mí.

Así de crudo y así de bonito.




2 comentarios:

  1. Hay demasiado de todo
    en todo s
    y demasiado poco
    de nosotros mismos
    en nada.

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    1. Estoy de acuerdo.

      Y añado: hay quien tiene tanto de sí mismo dentro del cuerpo que no cabe ni un ápice de nadie más. Lo sorprendente es que los que luchamos por ocupar un hueco dentro de nosotros mismos acabemos buscando el hueco dentro de este tipo de personas, entrando en una vorágine de la que generalmente no se sale bien parado. Supongo que es un "acto reflejo" en respuesta a nuestras carencias, pero lo que es seguro es que hay que intentar abolirlo más pronto que tarde para evitar convertirse en el césped que otros pisan.

      Siempre bienvenido, Óscar.

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