domingo, 13 de febrero de 2011

Creo que voy a tener que comprar el pan, aunque sólo sea para acompañar las deposiciones que, en ocasiones, tengo que almorzar sin decir mu para no poner mi sensibilidad frente al paredón.

Ya no sé como despoetizar mi cara cuando alguien me acerca la oportunidad de enviarlo a freír alguna verdura, habiéndome dejado con el corazón temblando y la ira visible a leguas. Y es que en el fondo la culpa es mía, por intentar poner sangre donde sólo hay blindaje.

3 comentarios:

  1. Qué tiempo más desapacible por aquí Sandra.
    Me gusta cómo te vacías, como siempre ;)
    un beso grande.
    Isa

    ResponderEliminar
  2. Mandemos a freír espárragos a quién se lo merece. O a la mierda, directamente, sin paños calientes.

    Nadie merece tragar para no escupir.

    Abrazooos.

    ResponderEliminar